viernes, 21 de octubre de 2011
El arabela
La lengua arabela-andoa (chiripuno, gaye, shimigae), autónimo simikai, se habla en el departamento peruano de Loreto, en la provincia de Maynas, a lo largo del río Arabela, afluente del Curaray, cerca de la frontera con Ecuador, en las localidades de Buena Vista y Flor de Coco. Existió un programa de educación bilingüe desde 1963 a 1990. Recientemente pequeños grupos de záparos ecuatorianos han viajado a Perú para ponerse en contacto con sus parientes los arabela. En los años cuarenta los arabela fueron obligados a trabajar en granjas ecuatorianas a lo largo del río Curaray, escapando muchos a Perú aunque quedando un pequeño grupo en Ecuador. La lengua está seriamente amenazada, contando con unos 50 o 100 hablantes de un grupo étnico de 300 personas.
El jibaro
La lengua jíbaro (jívaro o hívaro, shuara, achuara o achual, maina) consiste de 2 lenguas emergentes, la jíbaro propiamente dicha, hablada en Loreto, Perú, y Oriente, Ecuador, por algo menos de 50.000 personas. La otra lengua es la awaruna , hablada en Amazonas, Perú, por unas 25.000 personas.
Los jíbaros presentan una regla de descendencia de tipo bilateral y se reconocen como cualitativamente iguales tanto las relaciones del lado del padre como las del lado de la madre. Este sistema terminológico implica la práctica del matrimonio entre primos cruzados -con la hija del hermano de la madre o con la hija de la hermana del padre.
La economía de este grupo depende de la horticultura de roza y quema, la caza y la pesca. Las principales especies cultivadas son la yuca, el plátano, el maíz, el algodón y el tabaco. La crianza de aves y animales menores se ha extendido entre las familias. Venden a los regatones algunos productos agrícolas como el maíz, el maní y el frijol. Asimismo trabajan en la extracción de madera y en las actividades de exploración y explotación petrolera para las empresas que operan en el territorio tradicional del grupo.
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